Doctor José Gregorio Hernández Cisneros
Por: Melvin Martinez
José Gregorio Hernández fue un médico, científico, profesor y filántropo, que poseía una profunda vocación católica, además fue considerado con uno de los precursores de la medicina moderna en Venezuela y se destacó en la población caraqueña por su generosidad con la que atendió a los pacientes de bajos recursos.
Nació el 26 de octubre de 1864, en la cordillera de los Andes, en una pequeña localidad llamada Isnotú, ubicada en el Estado Trujillo, en Venezuela.
La Familia de Goyo
Sus padres fueron Josefa Antonia Cisneros Mansilla y Benigno María Hernández Manzaneda.
Sus hermanos fueron María Isolina; nació el 24 de mayo de 1863 y falleció a los 7 meses, luego al año siguiente en el mes de octubre nació José Gregorio; después, nació María Isolina del Carmen, el 25 de mayo de 1866. El 29 de septiembre de 1867, nació María Sofía, seguida por César Benigno, el 30 de agosto de 1869. El último varón, fue José Benjamín Benigno, nació el 6 de septiembre de 1870. Finalmente, Josefa Antonia nació el 24 agosto de 1872.
Su madre falleció en 1872, cuando él tenía apenas ocho años de edad. El 16 de noviembre de 1876, el padre de José Gregorio contrajo segundas nupcias con María Hercilia Escalona. De este matrimonio tuvo seis hermanastro: María Avelina, nació el 26 de noviembre de 1877, Pedro Luis, nació el 23 de diciembre de 1878; Angela Meri, nació en el 1 de marzo de 1880; Sira María, nació el 27 de febrero de 1882; José Benigno nació el 26 de septiembre 1884, que al igual que José Gregorio ejerció la profesión médica; y finalmente, Hercilia del Carmen, nació el 6 de febrero de 1887.
Estudios del Dr. Jose Gregorio Hernández
A los trece años, José Gregorio manifestó a su padre su deseo de estudiar la carrera de derecho, sin embargo, su padre le convenció para que estudiara medicina y él aceptó.
Desde pequeño fue un estudiante destacado, tuvo que trasladarse a la ciudad de Caracas para realizar el bachillerato. Al llegar a la capital, inició sus estudios en el Colegio Villegas, uno de los centros educativos más prestigiosos de la época, donde se distinguió por sus excelentes calificaciones. Llegó a ejercer como profesor de aritmética para los alumnos del primer curso y en 1882 se graduó de Bachiller en Filosofía.
Ingresó en 1882 en la Universidad Central de Venezuela (UCV), para iniciar sus estudios de medicina a los 17 años y se graduó el 29 de junio de 1888 a la edad de 23 años, con el título de Doctor en Ciencias Médicas, con excelentes calificaciones; fue el estudiante más destacado de su grupo.
Una vez que culminó sus estudios, prefirió regresar a su pueblo natal para atender allí a sus pacientes. Los médicos rurales como él tenían que lidiar en la Venezuela de finales del XIX y comienzos del XX con enfermedades como la tuberculosis o el paludismo, muy extendidas entre la población.
El Doctor José Gregorio obtuvo una beca del gobierno para completar sus estudios en París, entonces a la vanguardia de la ciencia médica. Allí conoció avances que llevaría a su país.
Estudios en el Extranjero
En París cursó estudios en los laboratorios de Charles Robert Richet (Premio Nobel de Medicina en 1913, por sus investigaciones sobre anafilaxia) y profesor de Fisiología Experimental en la Escuela de Medicina de París y quien a su vez había sido colaborador de Étienne Jules Marey discípulo del sabio Claude Bernard, máximo exponente de la medicina experimental en Francia.
Terminados sus estudios en París se traslada a Berlín para estudiar Histología y Anatomía patológica e inicia un nuevo curso de Bacteriología. En 1891 antes de su regreso a Caracas se traslada a Madrid y entabla relaciones con Santiago Ramón y Cajal, Padre de la Histología (Premio Nobel de Medicina en 1906, por su trabajo sobre la estructura del sistema nervioso), con quien completa su formación.
Profesor Universitario e Investigador
El Dr. Hernández se destacó como docente e investigador y se desempeñó como profesor titular en las cátedras de Histología, Fisiología Experimental, Bacteriología y Parasitología hasta su fallecimiento.
Así mismo, se le atribuye haber introducido el microscopio y haber sentado las bases de la Bacteriología y de la Medicina experimental en Venezuela. Como profesor de la UCV instala el primer laboratorio de fisiología experimental y se crea la primera cátedra de Bacteriología en América Latina (1891), en donde enseñó el uso del microscopio y además, fue el primero en dirigir las Cátedras de Histología Normal y Patológica de la cual derivo la Cátedra de Anatomía Patológica.
Es considerado el impulsor y pionero de la docencia científica y pedagógica en Venezuela, basada en lecciones explicativas, con observación de los fenómenos vitales, la experimentación sistematizada, prácticas de vivisección y pruebas de laboratorio. También coloreó y cultivó microbios e hizo conocer la teoría celular de Rudolf Virchow.
Entre las obras que escribió encontramos: "Elementos de Bacteriología" en el año 1906, este trabajo lo convirtió en el primer venezolano en publicar un trabajo sobre este tema en el país. Además, de haber publicado numerosos escritos como: "El número de glóbulos rojos", publicado en el año 1893, en la Gaceta Médica de Caracas; "Angina de pecho de naturaleza paludosa" con colaboración de Nicanor Guardia, publicado en el año 1894; "Lecciones de Bacteriología", publicado en el año 1910; "Lesiones anatomo patológicas de la pulmonía simple o crupal",publicado en el año 1910; "La verdadera enfermedad de Santa Teresa de Jesús" escrita en el año 1907, quedó inconclusa; las demás, "El Sr. Nicanor Guardia", escrita en el año 1893, "Visión de arte" escrita en el año 1912, "Elementos de Filosofía" y el "En un vagón" escrita en el año 1912 y "Los maitines" escrita en el año 1912.
El Dr. José Gregorio Hernández fue un ilustre Médico, Investigador y Profesor Universitario, méritos que lo llevó a ser miembro Fundador de la Academia Nacional de Medicina de Venezuela, ocupando el sillón número XXVIII.
Fé Católica de José Gregorio
El Doctor Hernández era un ferviente católico y en dos ocasiones intentó ordenarse sacerdote. En 1908 fue admitido en el monasterio de Cartuja de Farneta, en la Toscana, Italia, pero a los pocos meses mostró síntomas de una enfermedad respiratoria que aconsejaron su regreso a Caracas.
Un segundo intento en un seminario romano en 1913 y terminó de la misma manera.
El Médico de los Pobres
Fue conocido como el Médico de los Pobres por atender gratuitamente a los enfermos pobres y llevarle los medicamentos de manera gratuita, se dice que no solo realizaba visitas a domicilio, sino además se preocupaba por las condiciones sanitarias y alimentaria de sus pacientes, a pesar de ser un hombre muy reconocido en el pueblo caraqueño, "nunca abandonó su consulta para los más pobres"; los atendió siempre con humildad.
Un ser Humano Excepcional
Aprendió de un amigo sastre a hacer ropa masculina y se hizo sus propios trajes, además, hablaba inglés, francés, portugués, alemán e italiano y dominaba el latín; y tenía conocimientos de hebreo, era también, músico (le gustaba tocar el piano), buen bailarín y tenía profundos conocimientos de teología tomistas.
Muere en Tragico Accidente Dr. José Gregorio Hernández
Murió el 29 de junio de 1919, casualmente el día que cumplía 31 años de graduado de médico, víctima del segundo accidente automovilístico registrado en Caracas, en la parroquia la Pastora, el hecho ocurrió cuando realizaba una visita médica a domicilio a una anciana enferma, cuando se regresaba de comprar unas medicinas para su paciente en la Botica de Amadores, fue impactado por un auto marca Essex, conducido por el caraqueño Fernando Bustamante Morales, un mediano empresario próspero para la época que tenía una tienda llamada Ópticas Bustamante. El conductor, junto a un acompañante, lo trasladaron al Hospital Vargas. Sin embargo, José Gregorio falleció después de llegar al centro asistencial por una fractura en el cráneo.
El Testimonio de los testigos del Accidente
El testimonio del conductor en el juicio que se realizó en contra de él, declaró:
“El día veinte y nueve del mes en curso, como a las dos de la tarde, iba yo manejando mi automóvil, subiendo de la esquina del Guanábano a la de Amadores, por delante de mí marchaba un carro de los tranvías eléctricos, y como viniera en sentido contrario un muchacho manejando una carretilla, le di paso y seguí marchando tras el tranvía; tomando enseguida la izquierda, aplicando la segunda velocidad, empecé a tocar la corneta, por temor de que por el lado de la calle se apeara alguno del tranvía; al llegar a la esquina de Amadores, y antes de entrar en la bocacalle, el tranvía quitó la corriente y yo entonces pisé el acelerador para darle un poco de velocidad al carro y embragar la tercera velocidad. En el momento que iba a operar este cambio, vi encima del automóvil una persona que, al pretender esquivar el automóvil y junto con su acción de hacerse hacia atrás y como caminara algún tiempo pretendiendo guardar el equilibrio, hasta que, al fin, cayó de espaldas. Yo detuve el auto y volví a ver si se había parado, pero lo vi en el suelo y reconocí al Dr. José Gregorio Hernández, y como éramos amigos y tenía empeñada mi gratitud para con él, por servicios profesionales que gratuitamente me había prestado con toda solicitud e interés, me lance del auto y le recogí, ayudado por una persona desconocida para mí, y le conduje dentro del auto, sentándose a su lado la persona que me ayudó a recogerlo; y entonces en mi interés de prestarle los auxilios necesarios, lo conduje, tan ligeramente como pude, al Hospital Vargas, y llamé al policía de guardia en el hospital, explicándole prontamente lo que pasaba, entonces acudió un interno y entre todos le condujimos a la cama de los enfermos, y, como en ese momento no se encontraba ningún médico en el hospital, fuimos en el mismo auto por el Dr. Razetti, encontrándole en su casa, le condujimos inmediatamente al hospital, y al llegar, un sacerdote que venía saliendo nos informó que el Dr. Hernández había muerto…”
Angelina Páez, vecina de la Pastora, se encontraba en la ventana de su casa y relató en el juicio que las últimas palabras de Hernández fueron: “¡Virgen Santísima!”.
Velorio de José Gregorio Hernández
El velatorio se realizó en casa de sus hermanos José Benigno, Avelina y Hercilia, pero ante la multitud de personas que asistieron a ofrecer sus condolencias y la distinguida labor profesional como Profesor Universitario e Investigador Universidad Central de Venezuela, se decide trasladarlo al Paraninfo de la UCV. Siendo trasladado el féretro en el hombro de los estudiantes de medicina y de las personas que le admiraba y agradece su inestimable atención, desde su casa familiar hasta la “Casa que vence las Sombras”.
El 30 de junio, día de las exequias la ciudad se paralizó, según las reseñas de prensa de la época, miles de caraqueños acudieron a rendir sus respetos al querido y admirado médico, el féretro del Dr. Hernández partió en hombros de aquel pueblo que le admiraba hasta el Cementerio del Sur.
De los Milagros a la Beatificación
"El pueblo comienza a llevarle flores a su tumba y a rezar por su eterno descanso, pero pocos días después estas van acompañadas de una petición iniciándose así una devoción. Su fama de milagroso se expandió rápidamente, y así el número de visitas a su tumba aumentó, miles de personas le atribuían milagros. En vista de este peregrinaje, en 1939 se hace necesario trasladar sus restos a una nueva tumba, donde continúan las numerosas visitas y los diferentes tipos de ofrendas aumentaron, y se fueron acumulando en una forma incontrolada flores, estampas, placas de agradecimiento, récipes, exámenes médicos, toda suerte de papeles y velas" (Giacopini, 2014).
La Santa Sede lo declaró Siervo de Dios en 1972, (que es el primer paso para que una persona sea candidata a venerable), y en 1975 sus restos fueron exhumados del Cementerio General del Sur y trasladados a la iglesia Nuestra Señora de La Candelaria de Caracas.
El 15 de enero de 1986 el papa Juan Pablo II elevó a José Gregorio Hernández a la categoría Venerable, por su ciudadanía heroica y sus celestiales virtudes.
El 19 de junio de 2020 el papa Francisco comienza el proceso de beatificación, luego diera el sí para la causa, después de que se aprobara el milagro obrado en la niña Yaxury Solórzano en 2019.
El 26 de octubre de 2020 exhuman cuerpo de José Gregorio Hernández para extraer las reliquias, que consistirán en la extracción de una parte de sus huesos para ser utilizado como reliquias.
Finalmente, el 30 de Abril de 2021, José Gregorio Hernández Cisneros se convierte en el primer laico venezolano beatificado, compartiendo el mérito otorgada por la iglesia católica con la madre María de San José Alvarado beatificada el 7 de mayo de 1995; la madre Candelaria de San José, nombrada beata el 24 de abril de 2008; y la madre Carmen Rendiles Martínez, beatificada el 16 de junio de 2018.
Bibliografía
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